No es la primera vez que vengo a Toledo a hacer sesiones postboda. La verdad es que es una ciudad que le queda muy bien a las parejas. Sus clásicos rincones que te dan las clásicas y fotografías y aquellos otros rincones no tan clásicos en los que puedes ver las ciudad de muchas formas.
Vero y Jaime son de esas parejas a las que les encanta hacerse fotos ¡Genial! Hicimos una sesión preboda en la madrileña Malasaña, su boda en el pueblo Villacañas y esta maravilla de postboda en Toledo. Todas las sesiones cargadas de su personalidad y alegría.
Como siempre, para esta sesión, lo mejor que hicimos fue dar un paseo por la ciudad, elegimos la primera hora para aprovechar esa luz y no encontrarnos mucha gente por la calle.
Este fue el resultado.